¿Inodoros suspendidos?¿Inodoros de color?¿O inodoros de toda la vida? El convencionalismo no pasa de moda y sigue presente en cada baño pero no debemos descartar las nuevas ideas que nos proponen las mejores firmas y que acompañan a la evolución de la arquitectura y el diseño.
Los inodoros suspendidos son una nueva opción que aportan ligereza y limpieza visual debido a que la cisterna la tienen oculta. Debido a sus características, son elementos que pasan desapercibidos y permiten jugar geométricamente con sus formas; pero no sólo hablamos de un tema estético, también la practicidad a la hora de limpiar el suelo donde no hay nada que se interponga en el camino.
No todo son beneficios los que nos ofrece este diseño porque el espacio requerido para su instalación es mayor que el de uno convencional. Su instalación es empotrada y por tanto la cisterna se halla en el interior de la pared, para ello necesitamos un muro con un espesor de mayor tamaño que conlleva la reducción de medidas en el baño. Sin embargo y a pesar de esto, los inodoros suspendidos son una gran aportación en diseño actual de un baño amplio.
Además de la instalación, también el color se está convirtiendo en una opción a la hora de escoger el inodoro perfecto. Muchas marcas están integrando a su catálogo acabados en color para aquellos que sean más atrevidos, rojo o negro son los colores más comunes.
Por defecto pensamos que el inodoro ha de ser blanco, tal vez nos transmita limpieza, pureza, convencionalismo y la opción que más convive con la decoración del baño; pero igual que el diseño, la arquitectura y la decoración están invadiendo cada día más nuestros hogares, el color también tiene un lugar en el baño.
¿Qué será lo más recomendable? ¿Qué será lo mejor? Éstas son muchas de las preguntas que nos hacemos, pero sólo nosotros tenemos la respuesta ya que al fin y al cabo, es cuestión de estética o bien, practicidad y funcionalismo.
Por Manela Catalá Gascó
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